Buscabas la palabra en el surco de una flor,
en la delgada huella que el amor deja
en el corazón de los hombres.
Buscabas eregir un nuevo sol,
un verde alegría
común a todas las cosas que deban cantarse.
Buscabas la palabra y la encontraste
junto a la playa de unas lágrimas
sobre tu antigua herida y su dolor.
Tu destino está junto al polvo de ese sueño.
Voraz es el camino donde el hombre
ha perdido su inocencia.
Nadie asciende con una mancha de limo
en su costado.
la sombra incinerada de unos besos
que cubrieron de júbilo la tarde.
Acá la soledad
tu huida
el eco de unas huellas
apenas subsistiendo
en el hilo tembloroso de la voz.